La semana pasada recibimos la notificación de un nuevo auto concediendo el BEPI (liberación deudas) a un cliente que provenía del sector inmobiliario.

Segunda oportunidad y concurso express

El caso destaca porque es un ejemplo paradigmático de la situación en la que se encuentran muchos ex empresarios del sector de la construcción e inmobiliario afectados por la crisis del ladrillo.

El cliente tenía dos sociedades una de ellas, dedicada a la construcción, concursó en su día declarándose el concurso fortuito. La otra sociedad dedicada al desarrollo de tres promociones inmobiliarias, siguió activa, adjudicándose los bancos las promociones mediante ejecuciones hipotecarias. En consecuencia, la sociedad quedó sin activos y únicamente con la deuda derivada del importe no cubierto con la adjudicación de los activos.

El cliente avaló muchas operaciones bancarias con lo que su situación de endeudamiento era muy elevada y subsistía con unos recursos mínimos como empleado por cuenta ajena.

Cuando el cliente vino al despacho le planteamos una solución integral en dos fases:

La primera presentación del concurso express, obteniendo el auto de declaración y conclusión por falta de activo, sin tramitación del concurso.

La segunda inicio del expediente de segunda oportunidad.

El resultado en un par de años el cliente ha quedado liberado de todas sus deudas y ha podido rehacer su vida.

Conclusión. La segunda oportunidad existe y funciona.

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